martes, junio 13, 2006

¿Cómo empezar?

Para empezar a diseñar y crear tu jardín Zen a escala, tienes que tener una bandeja pequeña, por ejemplo la nuestra es de 23x38cm.


Insertar foto de bandeja sola y vacía.


También será necesario, apróximadamente, un kilo de arena. Para la bandeja que Lestat y un servidor utilizamos, nos sobró una parte del kilo de arena. En principio la arena será de color beige, o blanca, también se puede utilizar una tierra de color negro, más adelante explicaremos el tema de los colores de tierra.


Insertar foto de distintos colores de tierras.


Para manipular la tierra, como no teniamos a mano un rastrillo profesional, se me ocurrió la idea de crear uno yo solito ("me encantan las manualidades"). Como me gusta la comida oriental muchísimo, busqué con ahinco unos palillos chinos que tenía reservados para alguna ocasión como esta, y unos pinchos morunos de madera. Echando imaginación, en unos minutos hice un pequeño rastrillo:






Y último material básico para tu jardín Zen en miniatura, son piedras. Las piedras que pongas en el jardín deben estar en número impar y de color opuesto al color de la tierra que hayas elegido. Ahora distribuye las piedras como quieras, pero siempre en número impar.

Y al final tienes representado en el jardín, lo que te ronda por la cabeza en ese mismo momento.

Un jardin a lo grande...

martes, junio 06, 2006

Mi pequeño Jardín Zen

El pequeño jardín Zen es un proyecto conjunto entre mi amigo Nibbler (el informatico y diseñador del blog) y Lestat (es decir, quien os escribe estas palabras). Para dar a conocer un universo que recientemente se nos ha abierto frente a nosotros.


Todos hemos jugado de pequeños a hacer dibujos en la arena, con piedras, pequeños riachuelos imaginarios. Y éramos felices con ese sencillo juego. Cuando pasan los años esos momentos se quedan atrás y parecen que las sensaciones de entonces no se podrán recuperar. Desde nuestra humilde óptica eso no es así.


Los japoneses, que son gente muy lista, descubrieron hace tiempo la belleza y la serenidad que producían los jardines. Un grupo de piedras, una base de arena y pericia eran suficientes para lograr un remanso de paz en cualquier parte de la vivienda o de la oficina. El tamaño no era lo importante, pues la misma serenidad podía provocar un gran jardín o uno pequeño en una bandeja.


Nuestro objetivo es éste: dar a conocer un divertido juego que ayuda a descargarnos del estrés acumulado durante el día, sintiéndonos niños por unos momentos e intentar conseguir la paz que un verdadero jardín Zen puede dar.


¿Queréis acompañarnos en este camino? ¡Pues, bienvenidos seáis!